El uso de los implantes dentales ha supuesto uno de los cambios más
importantes en la práctica odontológica. Sin embargo, a pesar de la
predictibilidad de los tratamientos con implantes dentales, estos no
están exentos de problemas. En los últimos años se ha constatado la alta
frecuencia de trastornos asociados a los tejidos periimplantarios, que
pueden conducir a la pérdida del hueso periimplantario y, finalmente, a
la pérdida del implante.
Fotografía: Mormonmissionprep.com |
"La prevalencia de enfermedades periimplantatorias se dispara a partir de los 5-7 años de tener los implantes en función, pudiendo afectar hasta un 80 % de los pacientes y a un 12-35% de los implantes"
Para hacer frente a este problema, lo
más eficaz son las estrategias preventivas, que implementarse a lo largo
de todo las fases de tratamiento y mantenimiento y que afectan a todo
el equipo de la clínica dental (periodoncista, odontólogo, cirujano,
prostodoncista y auxiliares).
Si el trabajo en equipo es, en la mayor
parte de las ocasiones, la clave del éxito en la prestación de
servicios de salud, en el caso de las enfermedades periimplantarias el
papel que desempeña el trabajo en equipo es crucial. Sin duda, como
asegura David Herrera, presidente de la Sociedad Española de Periodoncia
y Osteointegración (SEPA), "cada miembro del equipo dental es básico
para luchar contra las enfermedades periimplantarias".
Las enfermedades periimplantarias,
enfermedades inflamatorias que afectan a los tejidos blandos y duros
alrededor del implante osteointegrado, se producen como consecuencia de
la respuesta del organismo a una infección bacteriana, de modo similar
al que se produce en el caso de las enfermedades periodontales, explica
Ignacio Sanz, de la Universidad Complutense de Madrid. En las mucositis
no hay afectación de hueso, mientras que en las periimplantitis sí.
Fotografía: Dentalstyle.co |
Prevalencia
Tal y como recuerda este especialista,
la prevalencia de este grupo de patologías se dispara a partir de los
5-7 años de tener los implantes en función, pudiendo afectar hasta un 80
% de los pacientes y un 12-35% de los implantes. Por ello, resalta, "es
fundamental que todo el equipo conozca cuales son las herramientas
diagnósticas de las que disponemos, así como cuales son las variables
clínicas que debemos monitorear para distinguir los implantes en salud
de los enfermos".
Por su parte José Nart, Jefe del
Departamento de Periodoncia de la Universitat Internacional de
Catalunya, subraya que "la prevención de la mucositis y periimplantitis
se inicia previamente a la colocación de los implantes, con el plan de
tratamiento, motivación e información al paciente". Pero, además, apunta
que "si aparece la mucositis debemos saber que está en nuestras manos y
de nuestros equipos revertirla".
La baja predictibilidad del tratamiento
de las periimplantitis y la elevada alta prevalencia de estos
trastornos hace necesario establecer estrategias de prevención para
evitar o disminuir su incidencia. Estas estrategias preventivas tienen
que estar organizadas desde todo el equipo de la consulta, con el fin de
que se puedan establecer protocolos rutinarios de mantenimiento en el
día a día de pacientes portadores de implantes. "Las estrategias de
prevención se deben desarrollar tanto a nivel profesional en la consulta
como en el día a día del paciente en su casa", recuerda Nart.
Mantenimiento
Sobre qué hacer durante la colocación
de los implantes y en el mantenimiento de los mismos a largo plazo,
Berta Legido, Profesora en la Facultad de Odontología de la Universidad
Complutense de Madrid, destaca que "el diagnóstico de los posibles
factores de riesgo y su control, antes de colocar los implantes,
evitará, en gran medida, la aparición de las enfermedades
periimplantarias". A su juicio, "es ineludible el tratamiento de la
periodontitis, así como conseguir un correcto control de placa y la
supresión o disminución de importantes factores de riesgo, como el
tabaco".
Fuente: http://www.odontoespacio.com/noticias_detalles.php?cod=829
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